Colitis (final)
— Lo que me faltaba, —interrumpe quien no debería, cómo no — aguantar el puto catalán. — Si no te gusta, ¿qué haces aquí, Paco? —Pepe se dirige al facha, con soberbia—. Hasta donde yo sé, cuando tú llegaste aquí, no eras más que un crío. Vamos, que te has criado aquí, así que menos tontás y más pagar la cuenta a menudo, que no veas el pufo que me tienes montao . — Nada que añadir, señoría. —deja ir, con retintín, nuestra protagonista— Y usted, ¿que opina? —se dirige al único personaje callado hasta ahora—. ¿No será también uno de ellos? Con el gesto ensombrecido, debido a ser invitado a participar, el tipo extraño y callado se atusa la ropa, pasa las manos, de arriba abajo, por su cara y se aclara la voz. (Como narrador sería un gran hijo de puta si lo dejara aquí, ¿verdad?) — ¿Qué quieres que diga, muchacha? Seguro que tú tienes mejores argumentos para rebatir a este espécimen que yo —echa mano a su bolsillo, todo su brazo derecho está en tensión—. Lo único que ...