Entre velos
En una mesa apartada de miradas curiosas conversan dos individuos, un hombre y una mujer. El sosiego no parece ser el mejor de los atributos de él. Ella, en cambio, vigila su expresión corporal, su tono y volumen y, sobre todo, su entorno. "Dos en la barra, jubilada y comercial. Tres holgazanes de la obra pública de enfrente, bebiendo en horario laboral, en aquella mesa. Nadie más. No hay riesgos".
— Antes que entremos en materia, relájate. —le coge la mano derecha con firmeza y la sostiene sobre la mesa.— No te conviene alimentar tu estrés, menos aún que nadie se fije en ti.
— Pero ¿cómo pretendes que lo haga? ¿Eres consciente de lo que planteas? —mira a su alrededor, tapa su cara con una mano y deja caer su cabeza sobre la mesa, posando sus manos sobre la nuca.— De esta no salimos, Sarah. De esta no salimos, te lo digo.
— Deja que te cuente cómo lo veo yo: —acaba de liarse un cigarro, lo enciende, da una calada y continúa— estamos en Mesopotamia, entre dos ríos. Podemos ser arrollados por uno de los cauces, por ambos a la vez o, si somos listos, sobrevivir en la mejor de las situaciones geográficas. Depende de nosotros. ¿La cagamos? Sí. —mira con sorna a su interlocutor y prosigue— Pero ¿nos es favorable? Vaya, pues también. Al grano: ¿a quién jodiste?
— A Marconi, jodido.
— Y ¿quién es Marconi?
— La Mano Derecha del Don. —niega apesumbrado, con la cabeza.
— Y ¿además de eso?
— Alguien que juega tan duro como para atreverse a engañar al Don.
—Ah, ahí quería llegar... —mira la silla desocupada, al lado de su acompañante.— Abre ese maletín, anda.
Su compañero abre el maletín que restaba escondido bajo su chaqueta. Su cara es un auténtico poema. Un pantone de expresiones faciales, desde la sorpresa a la frustración, se turnan en su gesto. El tipo echa la cabeza hacia atrás, acompañando su ademán con una palmada sobre la mesa.
— ¡Venga, no me jodas! No. Me. Jodas.
— ¡CORTEN! ¡ES BUENA! DESCANSO Y SEGUIMOS. ¡Grande, equipo!
...
Inesperado final, muy bueno. Al fin he sacado un minuto para leerlo tranquilamente ��
ResponderEliminar